Todos lo duendes
se dedicaban a construir 2 palacios uno de la mentira,otro de la
verdad. Los ladrillos se formaban cada vez que un niño decía una
verdad o una mentira,y competían porque fuera el mejor, un día los
duendes que se dedicaban a construir los ladrillos de la mentira
mandaron a un grupo para traer niños que dijeran mas mentira. Un día
uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel,
un rato mas tarde
otro se convirtió en arena,después otro se convirtió en cristal y
se rompió,así cada ves que se descubría una de las mentiras se
iban deshaciendo. Poco tiempo después se fue desmoronando el
palacio. Todos incluso los duendes mentirosos comprendieron que las
mentiras no te llevan a nada.
- Me parece que la moraleja es que la mentira no te lleva a nada.